Desarrollo integral de todos los estudiantes con el propósito de transformarlos en autodidactas no solamente de herencia católica, pero de sus potencial intelectual y valores culturales para ayudarlos a ser ciudadanos responsables del mundo.
Desarrollar estudiantes que se comprometan y vivan las enseñanzas de la Iglesia y que sean ciudadanos del mundo conscientes de su cultura.
Crear una atmósfera donde los valores e ideales católicos se manifiesten de una manera concreta en la sociedad, a través del esfuerzo en conjunto de la comunidad educativa.
Ofrecer a los estudiantes cambios radicales y significativos que estén a tono con las exigencias y expectativas del mundo tecnológico e ideas intelectuales, al que nuestros estudiantes se enfrentarán en el siglo XXI, a través de un currículo relevante.
Proveer para el estímulo intelectual, desarrollo de autoestima y calidad de vida de cada estudiante en todas las actividades y experiencias curriculares y extracurriculares.
Guiar al estudiante hacia el desarrollo de las estrategias educativas necesarias para convertirse en su propio agente de aprendizaje, que los lleve hacia un sentido de responsabilidad madura y liderazgo constructivo.